Pretendiendo recordar datos que se van perdiendo en el tiempo; sobre el nombre Catas, significa: “concho o turbio”, en razón a la desembocadura del río Tambo. Hasta el terremoto y tsunami del 13 de agosto de 1868, fue el pueblo más floreciente del distrito, teniendo varias haciendas, entre ellas las perteneciente a don Timoteo Valdivia, lugar frecuentado por las familias arequipeñas en tiempos de antaño”.
Antiguos pobladores comentan: “Catas era más adentro del sitio actual. Luego del maremoto de 1868 desapareció del mapa. Era un balneario, lugar de recreo y de pesca. Sus casas eran de madera, habían tiendas y un trapiche de aguardiente y molienda de caña. Desde Moquegua venían a vender vino en odres”.
La gente de Catas se han caracterizado por ser muy laboriosos, por su valentía y por ser grandes conocedores del agua; nadadores, boteros y pescadores. Son famosos sus picantes y sus alfajores. Ni hablar de sus “Amarguras”. Fueron eximios criadores de caballos de paso y de toros de pelea. Destacaron: Moisés Ocharán, Genaro Eguiluz, Víctor Almonte (Cahuide), Natalio Valdivia, Manuel Valdivia, Jerónimo Valdivia, entre otros.
El patrón del pueblo es San Pedro y su fiesta se celebra el 29 de junio. Es la fecha en la que se produce el reencuentro de todos los que alguna vez partieron en busca de mejores horizontes. La imagen de San Pedro fue llevada el 16 de noviembre de 1868, año en que Catas volvió a nacer después del terremoto y maremoto que lo destruyó. Al principio estuvo guardado en la antigua capilla ubicada en las afueras del pueblo, luego entre los años 1950 y 1955 fue trasladado al actual terreno que corresponde a la capilla; lamentablemente esta última capilla fue destruida por el terremoto del 23 de junio del 2001, durante el cual lo único que se salvó fue la imagen de San Pedro dentro de su urna. Actualmente se ha reconstruido nuevamente su templo, se ha renovado su plaza central, gracias a la fe y devoción de los hijos de este hermoso pueblo.
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